martes, 18 de mayo de 2010

TEMA: VIVIENDO TU POTENCIAL EN LA VOLUNTAD DE DIOS.

INTRODUCCIÓN:

Como mujeres de Dios, hijas de Dios, tenemos amplias posibilidades de realización y de servicio.

Un ejemplo muy claro de una mujer que vive su potencial, como mujer al máximo, es la Mujer Virtuosa de Proverbios 31:10-31.

Lectura: Prov. 31: 10-31

La mujer de Dios tiene amplias posibilidades de realización y de servicio.

¿Cuáles pueden ser las áreas de realización de una mujer de Dios?

Una mujer de Dios puede vivir su potencial como mujer en dos áreas principalmente. En el hogar y más allá de su hogar.

EL HOGAR.

Dentro del hogar la mujer de Dios tiene dos áreas de responsabilidad.


1. Amar y respetar a su marido.
2. Amar y cuidar de sus hijos.

Amar y respetar a su marido. Tito 2:4-5

El primer mandamiento es amar. Amar es algo natural en la mujer. Ya que la mujer desde que nace es muy sentimental y le encanta todo lo relacionado al amor. Les gusta el color rosa, el hacer corazones, el escribir cartas de amor, por lo regular las niñas suelen ser más cariñosas, sentimentales, apasionadas. En fin, amar no va a ser una tarea muy difícil ya que cuando te casas lo haces enamorada del hombre con el que estás uniendo tu vida.

La mujer creyente que se ha casado enamorada, tendrá una disposición favorable hacia su marido, lo cual le facilitará enfrentar los días difíciles, y reforzar los lazos de amor ya existentes.

Ahora bien, si no te haa casado enamorada o bien se ha perdido el amor en tu matrimonio, entonces deberás encontrar la oportunidad de encontrar en Dios el amor por tu esposo, así como Cristo amó a la Iglesia. Con aquel amor que cubre multitud de fallas o de pecados. 1 Pedro 4:8 Aún cuando tu esposo no sea creyente.

El amar puede considerarse algo más o menos natural, no así el RESPETO. Eso si nos cuesta más trabajo, y es por nuestra misma naturaleza que nos gusta llevar la contraria en ocasionesJ.

Así que por esto Dios nos DEMANDA RESPETAR a nuestro esposo. Darle bien y no mal todos los días de su vida. Como dice Prov. 31:11-12

Un marido respetado por su esposa será aquel que es respetado por la sociedad. Prov. 31: 23

Por esto mi hermana no importa cuáles sean tus talentos, la voluntad de Dios es que seas una ayuda idónea, adecuada para tu esposo.

No importa si tú puedes hacer mejor las cosas que él, se trata de hacer aquello para lo que fuiste “diseñada”. Dale su lugar, Respeta a tu marido.

Otra área en la que la mujer de Dios puede vivir al máximo su potencial será con los hijos.

2.- Amar y cuidar a sus hijos Tito 2:4; Efe 6:4 y Prov. 31:15-21

No hay profesión más noble que la maternidad que se vive en plenitud.

El amor a los hijos se traduce en los cuidados, la crianza, la instrucción, y la disciplina, en el Señor. (Ef. 6:4). El amor de la mujer hacia sus hijos es el afecto más necesario para ellos, y por lo tanto, es indelegable. Esto significa que una mujer de Dios no puede traspasar esta función a otra mujer. Podrá recibir ayuda, pero no puede ser reemplazada.

Una mujer que trabaja demasiado, y que, por ende, está demasiado tiempo lejos del hogar, corre el peligro de que la 'nana'( guardería, abuela, tía o vecina) ocupe en el corazón de sus hijos el lugar que le corresponde a ella. La 'nana' puede ocupar perfectamente su lugar en la casa; pero no el de la madre en cuanto al amor y la instrucción de los hijos.

Si NO tienes el debido cuidado de tus hijos, el diablo vendrá y hará de ellos pedazos como si tomaras una hoja de papel y la despedazaras. Y cuando tú los recojas su vida estará marcada por las huellas del pecado. Quizás estarán vivos, pero la huella que el pecado dejó en ellos será una marca permanente. Y ¿qué necesidad tienen tus niños de pasar por esto?

Un ejemplo que está muy al alcance de la mano de tus hijos es de los niños que se dejan solos expuestos a la pornografía en: la televisión, el internet, casas de “hermanos de la iglesia” (ten mucho cuidado con quien dejas ir a tus hijos, yo mejor los tengo conmigo todo el tiempo, por más confianza que pueda tener en alguien, es mejor siempre ver qué están haciendo y con quién andan) en casas de miembros de tu familia (de tus hermanos en la carne, tíos, primos, etc.)

Así que, el hogar es el primero e indelegable ámbito de acción y de servicio de una mujer de Dios. Si falla en esto, falla en todo. Recuerda que no podemos servir a dos amos. Siempre quedaremos mal con uno de los dos. SIEMBRA HOY TU MEJOR ESFUERZO Y COSECHARÁS MAÑANA LAS ABUNDANTES BENDICIONES DE DIOS.

B. MÁS ALLÁ DE SU HOGAR.

Si cumple bien su ministerio doméstico, la mujer creyente tiene posibilidades de un amplio servicio más allá de su hogar.

1. En la iglesia.

Una metáfora de esto la encontramos en el Antiguo Testamento. Cuando se erigió el tabernáculo en el desierto hubo "mujeres sabias de corazón (que) hilaban con sus manos" los adornos del tabernáculo (Éxodo 35:25-26). Las manos de una mujer dan cuenta de la sabiduría de su corazón. Así es también en medio de la iglesia. Hay servicios que difícilmente va a poder cumplir un varón, y es ahí donde la mujer tiene que ocupar su lugar.

Por ejemplo el departamento de cunas, la decoración de la Iglesia, la limpieza de las toallas del baño, o el arreglar los salones o alguna área en especial.

También la Biblia nos habla de que existen "obras de misericordia" (Rom. 12:8b, 13) que están esperando a las mujeres de Dios para su realización. Están las "buenas obras" de 1ª Timoteo 5:10: la práctica de la hospitalidad, el lavar los pies de los santos, socorrer a los afligidos, y, en general, toda buena obra, que podemos realizar para servir mejor en nuestra Iglesia. Recordemos que todo lo que hagamos debemos hacerlo de corazón como para el Señor y no para los hombres. Col. 3:23

Ejemplo: cuando llegan visitantes, misioneros o pastores a quienes se les puede hospedar. No hacer caras ni poner pretextos al esposo para evitar el privilegio de hospedar.

2. Entre los no creyentes.

Hay una piedad práctica que puede desarrollarse entre los incrédulos, de lo cual nos da buen ejemplo la hermana Dorcas, de Jope. (Hechos 9:36-39). Ella "abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía." Ella favorecía a las viudas pobres de la ciudad confeccionándoles túnicas y vestidos. El amor práctico que ella sembró en esas mujeres dio lugar, después de su muerte, a una dramática intercesión ante el apóstol Pedro, para su resurrección.

La piedad práctica de Dorcas sembró una semilla en el corazón de esas viudas que dio después fruto para la gloria de Dios. Cuando una mujer hace misericordia a los no creyentes, hallará sin duda la oportunidad para testificar de su fe. Entretanto, debe servirles con amor, como al Señor.

Usted también puede ser luz a sus vecinos, familiares, amistades inconversas. Puede tener un club de niños en su casa y de esta forma ser de testimonio a sus vecinos, puede hacer una reunión en dónde invite a ver una película (Prueba de Fuego) y después ofrecer una pequeña cena, puede también invitar a su familia a una reunión especial y pedir al Pastor que venga a dar una enseñanza. Nunca olvide pedir al Pastor permiso para realizar alguna actividad y apoyo para que él como cabeza de la Iglesia esté al pendiente de todo.

3. En sus negocios.

La mujer virtuosa de Proverbios 31 nos da ejemplo en esto. ¿Qué hace ella? Ella trabaja con sus manos la lana y el lino (v.13), y cuida sus negocios (v.18). "Aplica su mano el huso, y sus manos a la rueca". (v.19). Ella "hace telas, y vende, y da cintas al mercader." (v.24).

No está vedado para la mujer de Dios ocuparse en estas cosas. Al contrario, puede ser de bendición para su marido y para sus hijos, el contar con algunos recursos para atender a necesidades especiales de la familia. Mucho ojo con las empresas como Avon, Herbalife, Amway y todas aquellas que motivan a la superación y esto puede llegar a que la mujer pierda su enfoque de su verdadero ministerio su esposo y sus hijos.

Siempre y cuando no descuide nunca sus prioridades. Su esposo y sus hijos. Recordemos los círculos de prioridades: Dios-Esposo-Hijos-Iglesia y todo lo demás.

***

De manera que la mujer de Dios puede servir a Dios más allá de su hogar, pero sin descuidar su hogar. Si atiende bien su casa, podrá ir tan lejos como quiera (en sujeción); si no, tendrá una pérdida irreparable.

Las posibilidades de poder servir en la Iglesia, hacer más actividades fuera de casa se harán más viables una vez que los hijos hayan crecido. Entonces encontrará formas de acción que, junto con darle la satisfacción de realización personal, le ayudará a mitigar el vacío que los hijos van dejando tras su partida del hogar. Y sobre todo, le permitirán ejercer plenamente su ministerio como mujer que ama a su Señor.

Por: Hermana Hilda Riojas

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