lunes, 5 de julio de 2010

“Guiando a Nuestros Hijos a Ser Responsables”
Rosie Ramírez
Esposa de Pastor
Cuernavaca, México



El papel de una madre no es el tan sólo limpiar, lavar, o preparar comidas. El papel de una madre es servir con su vida a quienes Dios nos dio para entrenar, nutrir, amar, y enseñar a esos hijos, regalos de Dios, para que algún día lleguen a ser personas confiables, responsables, éticos y temerosos de Dios.

Para eso necesitamos ser madres con carácter que vivamos lo que la Biblia nos dice y lo enseñemos a nuestros hijos que es lo más valioso que tenemos.
¿Por qué tenemos niños indisciplinados, flojos, ignorantes, con falta de iniciativa? Porque no hay una madre que los supervise, los guie, los corrija, los enseñe, los alabe cuando hacen las cosas bien, les de el tiempo que se necesita para enseñarlos a trabajar.

Por eso es tan importante el estar presente en el hogar, desde que las mujeres salieron de sus hogares para trabajar, los hijos han ido declinando en carácter, respeto, iniciativa; no es malo trabajar, pero si lo hacemos que no sea a costa del cuidado de los hijos, no sacrifiquemos a nuestros hijos por tener más cosas materiales, no sacrifiquemos a nuestros hijos por cosas temporales.

Con esto en mente quiero darles una guía que me ha servido mucho a mí, para ayudarme a cómo enseñar a nuestros hijos a ser responsable, a trabajar, a tener disciplina etc. Nuestro trabajo como madres es enseñarles carácter para que sean usados por Dios. Sé que no soy una madre perfecta; tengo 5 preciosos hijos de los cuales tres son adolescentes y en mi mejor capacidad he tratado de llevar a cabo los consejos y enseñanzas que he recibido de personas con buenas familias y con hijos de buen testimonio. Así mismo yo quiero que ustedes se beneficien de esos consejos y los pongamos en práctica una y otra vez y con la ayuda de Dios veremos hijos reverentes temerosos de Dios.

Antes que nada es importante enseñar a nuestros hijos lo siguiente:        

1. A levantarse temprano todos los días. (Proverbios 6:9-11)
a) Ellos no harán más de lo que nos ven hacer a nosotros, ellos no se levantaran temprano si no les ponemos el ejemplo. Cuando suene la alarma es tiempo de levantarse.
b) Establece una regla de que el niño se tiene que levantar y establece también un castigo si no lo hace. No dejes de enfatizar la regla y de cumplir con el castigo, no importa que tan ocupada, cansada o preocupada estés.
c) Alaba al niño cuando se levanta a tiempo. Díselos a tus vecinos, a sus abuelos y deja que te escuche decirlo, el halago siempre nos hace repetir lo que hicimos bien.

Recuerda que cualquier cosa que el niño haga y que sea recompensado, él lo va a repetir. Es más importante que un padre alabe al hijo por levantarse a tiempo que por cualquier logro académico, atlético o musical. Si tu llamas a tu hijo a que se levante y después lo dejas que continúe en la cama, el aprenderá a ser flojo.

 d) Habla con calma y carga una vara contigo. Las reglas y el castigodeben
 ser establecidos por la autoridad.

Sé CONSISTENTE en llevar a cabo esas reglas. Nunca levantes tu voz o uses amenazas, no uses críticas o comentarios como: “Tú nunca lograrás nada”, “Eres un flojo bueno para nada”; Esos comentarios solo complican el problema. Recuerda Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor.”
e) Crea una relación cercana con tu hijo para que la peor cosa de cada castigo sea el rompimiento de esa relación.
El pasar tiempo con el niño es más que sólo palabras, es escucharlo cuando habla, enseñarlo a trabajar, y divertirse juntos. Un niño que sabe levantarse a tiempo en la mañana aprenderá carácter y lo ayudará a ser exitoso en la vida.
2. Enseñarles a trabajar. ( II Tess. 3:10 “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”

Desde el momento en que los niños pueden caminar, se les puede asignar pequeños trabajos. Como por ejemplo:
a) El recoger sus juguetes.
• Ayudarles a tener un lugar donde guardar sus juguetes que sea fácil para ellos de alcanzar.
• No recojas los juguetes por ellos.
• Hazlo de manera de juego, con canciones.
• Los niños pueden responder de varias maneras cuando se les pide hacerlo:
 Si el niño responde “NO” eso es rebelión, entonces se lleva al niño a un lugar privado donde su voluntad va a ser quebrantada por la vara de corrección.
Proverbios 22:15 enseña, “La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él.”
 Si el niño ignora a la autoridad; esta reacción también es rebelión. Corrige al niño inmediatamente, si el niño se va y tú lo ignoras le estás enseñando a ser desobediente.
 Si el niño pone excusas o se pone a repelar usa el paso anterior, porque eso es rebelión.
 Si el niño ve a la autoridad como inconsistente eso ayuda a que el niño se rebele. Algunas veces el padre lo obliga a obedecer y algunas otras veces no lo hace. Inconsistencia de parte de la autoridad anima al niño a tener rebeldía.

a) A hacer su cama. (Col. 3:23, “ Y todo lo que hagáis hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.”
Al principio pareciera más fácil el nosotros hacer las cosas por ellos, sin embargo es mejor para ti y para el niño dejar que ellos lo hagan. Aún que el niño no haga muy bien su trabajo, halágalo y corrígelo en la siguiente lección. No corrijas su error porque entonces eliminas el incentivo.
Pueden comenzar desde los 2 o 3 añitos a tender su cama, a los niños les encanta trabajar. Mientras van creciendo a veces lo empiezan hacer más desorganizadamente, entonces puedes organizar un concurso a ver quien la hace mejor y recompensar a quien gane.
Aprender a aceptar la responsabilidad de hacer su cama correctamente en la mejor habilidad del niño, puede parecer como una cosa sin importancia. Sin embargo un niño que se niega a hacer su cama y se sale con la suya con esta actitud, entonces se convertirá en un adolescente que solo hace lo que él quiera. Esta actitud egoísta trae fracaso, y no éxito en la vida.

b) A limpiar sus cuartos (I Cor. 14:40) “Pero hágase todo decentemente y en orden.”
Ayuda a que el niño tenga un lugar para cada cosa al nivel que el niño pueda alcanzarlo. Por ejemplo los botes que ya no utilizas como los del helado pueden ser usados para organizar algunos juguetes, bloques, carritos, pelotas, etc.

Enseña al niño a jugar con un solo juguete a la vez; carros, rompecabezas, etc. Y ten un tiempo determinado donde el cuarto debe estar limpio y recogido. Puede ser en diferentes horas al día.

Espera que el niño haga su mejor esfuerzo al limpiar su cuarto. Hay ocasiones en que los hijos mayores pueden enseñar a los menores a limpiar y esto ayuda a que el mayor aprenda a ser amable con los más chicos y a que el menor aprenda a seguir instrucciones.
Si comienzan a pelear, decirse nombres o enojarse uno con otro, hazlos que digan o escriban, Efesios 4:31, 32; después deben pedirse perdón uno al otro y ponerles otro trabajo juntos hasta que te convenzas que pueden trabajar juntos y llevarla bien.
Construye un closet de manera que el palo para colgar la ropa esté a su nivel de esa manera ellos mismos puede colgar su propia ropa y no tirarla en el piso. Si dos niños comparten el cuarto divide el cuarto y que se dividan la responsabilidad.
Dios nos ha dado a nosotros los padres la responsabilidad de enseñar a los niños a trabajar para que ellos desarrollen carácter para hacer el trabajo que Dios les ha encomendado hacer en Su plan divino.
Satanás ha sido muy exitoso en muchas familias de hoy en mantener a los padres tan ocupados que no tienen tiempo de enseñar a los hijos a trabajar. Sé que cuando están pequeños es más fácil para uno el hacer las cosas por ellos, toma mucha paciencia enseñarlos y mucho tiempo el estar repitiendo lo mismo hasta que lo aprenden, además de la consistencia que debemos tener para revisar y asegurarte que el trabajo se hizo y que se hizo bien.

Sin embargo, si al niño se le permite ser flojo, entonces lo estás entrenando a que tú harás el trabajo por él. Es importante para un varón aprender a trabajar y aceptar responsabilidad desde una edad temprana, de lo contrario, él no aprenderá a trabajar desde niño y como adolescente será flojo y después un hombre que no podrá proveer por su familia.

Igual puede pasar con las niñas, porque no habrá un hombre que quiera tener una esposa que no se levanta, que no hace desayuno, y que tiene una casa sucia y desordenada donde los hijos son malcriados, y flojos.
Propongamos en nuestro corazón el tomar nuestra responsabilidad en serio, porque estamos hablando de personitas que llegarán a ser de provecho para la honra y gloria de Dios si nosotros no desmayamos.
Recordemos Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

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