viernes, 30 de julio de 2010


Quisiera Ser un Caballo...

... O por lo menos parecerme a ellos en algunas áreas. Estos últimos días ha estado con nosotros una excelente domadora de caballos, Joanne Johnk, quien se dedica a este negocio principalmente porque le apasiona hacerlo.
Por diferentes razones, yo pude estar presente en muy pocos momentos, pero pude ver algunas de las sesiones en vídeo y he escuchado mucho de los principios y métodos que aplica con los caballos. ¡Es fascinante! Pero me ha conmovido mucho ver el parecido que hay en el trato de Dios con Sus hijos al enseñarnos algunas virtudes de la vida cristiana. Así que, como diría un famoso reportero español: “sin ánimo de ser exhaustivos,” veamos algunas de estas similitudes.


1. El respeto. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová (Proverbios 1:7).” En palabras de Joanne: “Si el caballo te respeta, puedes hacer cualquier cosa con él.” Lo mismo es cierto en la vida del hijo de Dios. Si temiéramos al Señor con ese respeto reverente que merecen Su nombre y Su persona, también es cierto que Dios podría hacer con nosotros cualquier cosa; estaríamos listos para obedecer cualquier orden, para dejar de hacer cualquier cosa que no fuera agradable para nuestro Señor. Estaríamos en una posición en la que la sabiduría de lo alto podría gobernar y dirigir nuestras vidas sin que lo sintiéramos como algo gravoso. Necesitamos aprender a temer a nuestro Dios, mostrarle el respeto que Él merece.


2. La humildad. “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes (Santiago 4:6).” En el picadero, Joanne se colocaba en el centro sujetando con una mano una vara larga con la que mostraba al caballo por dónde debía moverse; con la otra mano sujetaba una cuerda más larga que estaba atada a la brida del caballo. Si el caballo obedecía a la señal hecha con la vara, todo iba bien. Pero si no obedecía y se acercaba demasiado a Joanne, o sea, si ella lo llegaba a alcanzar con la vara, lo golpeaba con ella, porque estaba invadiendo su espacio. En sus propias palabras: “Si le puedo pegar (o sea, si está suficientemente cerca para que lo toque con la vara), le voy a pegar.” Al principio me pareció que esto no podría tener una aplicación espiritual porque siempre pienso en Dios deseando que nosotros nos acerquemos a Él. De hecho esa es una de Sus invitaciones para nosotros: “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros,” nos dice Santiago 4:8. Pero también es verdad que a veces se nos olvida que debemos acercarnos a Dios en Sus propios términos. La razón por la que Joanne golpeaba al caballo si éste invadía su espacio, no era porque ella quería que el caballo huyera de ella o porque ella buscara un pretexto para poder desquitar cualquier frustración en contra del caballo, sino porque el caballo estaba intentando ocupar el lugar de ella, estaba intentando dominar la situación. ¿No es verdad que con mucha facilidad hacemos lo mismo con Dios? Intentamos gobernar nuestras propias vidas y, al hacerlo, invadimos el lugar que sólo a Dios le corresponde. Queremos ocupar Su lugar con soberbia, con arrogancia, con altivez, con orgullo. Dios odia estos pecados. Cuando alguien intenta acercarse a Dios según sus propias ideas o con soberbia, Dios lo resiste. Cuando nos acercamos a Dios debemos hacerlo con un corazón humilde, reconociendo que Él es Dios y nosotros solamente somos Sus criaturas.


3. La confianza. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia (Isaías 41:10).” Una de las primeras cosas que Joanne hizo con Polita, la más joven de las yeguas y que nunca había sido entrenada en lo más mínimo, fue atarle con una cuerda larga a la brida una botella de detergente vacía. Primero la dejó caer a un lado de Polita, esto era algo completamente nuevo para ella y, por lo tanto, le provocó muchísimo temor. Igual que la vez anterior, Joanne estaba en el centro del picadero sujetando a la yegua con una correa larga que estaba atada a su brida. La yegua saltó, pateó, se revolcó e incluso, si hubiera podido, habría salido volando para poder librarse de su tormento. Joanne estaba muy tranquila. Después de un rato de luchar, Polita se dio cuenta de que no tenía ninguna razón para tener miedo. La razón por la cual Joanne hizo esto era para entrenar al caballo a estar tranquilo o a responder con calma ante situaciones que le causan miedo. ¡Cómo me conmovió pensar que en cierta forma Dios obra así con nosotros! Cuando sabe que algo nos da miedo, no necesariamente nos libra de aquello que nos turba, sin embargo nos ayuda para enfrentar la situación. La clave: No podemos perder de vista a nuestro Señor. Cuando le damos la espalda intentando librarnos a nosotros mismos, dejamos de verlo a Él y sólo ponemos atención a nuestro problema. Sin embargo cuando lo vemos a Él, nos damos cuenta de varias cosas: Él está a mi lado, y no ha soltado la cuerda, Él no está alterado y puede darme la gracia que necesito para el momento.


4. El consuelo. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil, para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).” Los caballos son animales que quieren agradar (la mayoría), y buscan el reconocimiento de su amo; de hecho Joanne comentó que les encantan el público y los aplausos. Pero me llamó mucho la atención ver que el instrumento que ella usaba para golpear y corregir a los caballos era el mismo que usaba para acariciarlos o rascar su cabeza o lomo cuando hacían algo bien. Dios hace lo mismo. El instrumento que usa para “enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”, es el mismo del que David pudo decir: “tus testimonios son mis delicias y mis consejeros... me regocijaré en tus mandamientos, los cuales he amado... ella (Tu Palabra) es mi consuelo en mi aflicción... mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata... tu ley es mi delicia... ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca (Salmo 119).” No debería extrañarnos. Lo que pasa es que en nuestras mentes muchas veces el castigo es una manera de desquitar nuestro enojo o frustración por algo que alguien ha hecho mal o en contra de nosotros y queremos demostrar que nos ha molestado el asunto. Cuando, según la enseñanza de la Palabra de Dios, la razón por la cual Dios nos castiga o corrige es para hacernos volver a la comunión con Él, es para restaurar nuestra relación con Él. ¿Qué mejor instrumento que Su Palabra, que puede corregirnos y consolarnos a la vez?


5. La libertad. “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud (Gálatas 5:1).” Uno de los caballos que entrenó Joanne en estos días era anteriormente miembro del ejército español. Había sido entrenado a obedecer con malos tratos, con el dolor que provoca el freno dentro de la boca del animal, y tenía que ir con las riendas muy tensas. En pocas palabras, el caballo obedecía como respuesta al intenso dolor que se le aplicaba. Por esta razón, no era un caballo fácil de dirigir y controlar. Joanne le enseñó a obedecer por gusto. Ella llevaba las riendas completamente sueltas y sólo hacía un suave movimiento de un dedo sobre la rienda a la derecha o a la izquierda para que el caballo girara en la dirección que ella le indicaba. Alguien dijo: “La idea es que al caballo le resulte un placer hacer lo que se le pide.” Después de entrenar al caballo, tuvo que entrenar a los jinetes. La frase más repetida esa tarde fue: “suelta las riendas.” En Cristo, Dios nos ha hecho completamente libres: libres de la esclavitud del pecado, libres de las consecuencias del pecado, libres de la vergüenza y el dolor que produce el pecado. ¡Libres! Y ahora, después de darnos instrucciones claras de lo que a Él le agrada y de lo que Él espera de nosotros, tiene sobre nosotros las riendas muy sueltas, no para que hagamos lo que queramos, sino para que, con un suave movimiento de Su mano, estemos dispuestos a seguir Su dirección por el puro placer de serle agradables y con un corazón lleno de gratitud por Su gracia y bondad hacia nosotros.


6. El dominio propio. “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame (Lucas 9:23).” Después de trabajar un buen rato con el caballo “militar”, abrieron la puerta del picadero. Eso en la mente de este caballo quería decir: “¡tiempo de comer!” o “¡tiempo de descansar!” En cuanto vio la puerta abierta ya no quería obedecer, sólo quería pasar por esa puerta e ir a la caballeriza a descansar. ¡Joanne no pensaba lo mismo! Así que montó al caballo y comenzó a hacerlo trotar o a dar vueltas, pero pasando justo al lado de la puerta. Esa tarde aprendió una importante lección: él está siendo entrenado para hacer lo que su dueño quiere y no su propia voluntad. El Señor Jesucristo nos hizo una invitación: “Si alguno quiere venir en pos de mí... sígame.” Pero hay una condición: ¡ignore la puerta! O en otras palabras, “niéguese a sí mismo, tome su cruz.” El Señor Jesucristo ha pagado un precio muy alto por nosotros: Su propia sangre. No nos pertenecemos a nosotros mismos, por lo tanto no estamos aquí para hacer nuestra propia voluntad, sino la de Aquél que “nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros (Efesios 5:2).”


La mayoría de los caballos tienen el deseo de agradar a sus dueños y de cumplir su voluntad. Sin embargo no todos los caballos son iguales; hay algunos que no están dispuestos a ser domados, entrenados o doblegados. En más de una ocasión Joanne se ha dado por vencida con más de un caballo. Pero esos caballos no sirven para nada, de ninguna manera podrías poner tu vida en sus manos. Simple y sencillamente son inútiles. Es igual entre los creyentes: hay creyentes que están más que dispuestos a hacer cualquier cosa por su Señor, sin embargo hay otros que de ninguna manera están dispuestos a ser moldeados, entrenados, transformados. Nunca estarían dispuestos a doblegar su voluntad a Dios y, por lo tanto, no son más que instrumentos inútiles, no sirven para nada. Yo quisiera ser como un buen caballo, con un espíritu enseñable, con mansedumbre y con un corazón deseoso de agradar y complacer a mi Señor.


Amado Padre, perdóname porque en muchas ocasiones sólo vivo para agradarme a mí misma y para hacer mi voluntad. Cámbiame, Señor, y ayúdame a ser dócil en Tus manos para que Tú puedas transformarme y hacerme cada día más como Tú eres. Amén.

lunes, 12 de julio de 2010

1 Corintios 14: 40
“Pero hágase todo decentemente y con orden.”

MAYONESA Y CAFÉ

Cuando las cosas en la vida parecen demasiado complicadas, cuando 24 horas al día no son suficientes, cuando te sientas desanimada y con ganas de llorar porque no ves la salida...
Recuerda el frasco de mayonesa y el café.
Un profesor delante de su clase sin decir palabra tomo un frasco grande y vacío de mayonesa y procedió a llenarlo con pelotas de golf.
Luego le preguntó a sus estudiantes si el Frasco estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
Así que el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de Mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno, ellos volvieron a decir que sí.
Luego...el profesor tomo una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto, la arena lleno todos los espacios vacíos, así que el profesor preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un ¡sí! unánime.
El profesor enseguida agrego 2 tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían en esta ocasión. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:
¡QUIERO QUE SE DEN CUENTA QUE ESTE FRASCO REPRESENTA LA VIDA!
Las pelotas de golf son las cosas Importantes, como Dios, la familia, los hijos, la salud, la Iglesia, los amigos, todo lo que te apasiona.
Son cosas, que aún si todo lo demás lo perdiéramos y sólo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas.


Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el auto, etc. la arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. Si ponemos la arena 1ro en el frasco, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida.


Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes.




Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.
Pasa tiempo a solas con Dios diariamente, juega con tus hijos, tomate tiempo para asistir al doctor, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favorita.
Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua.
Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan.
Establece tus prioridades, el resto es solo arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y pregunto que representaba el café.
El profesor sonrió y dijo:
¡Qué bueno que lo preguntas!... Sólo es para demostrarles, que no importa cuán ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un amigo.
Recuerda hermana que siempre debemos poner en orden nuestras prioridades y Dios se encargará de bendecir nuestra vida, matrimonio, familia y relaciones con los que nos aman y rodean. ¿Cuáles son nuestras prioridades? Dios, nuestro esposo, los hijos, y todo lo demás.


Y tú mi hermana ¿estás poniendo en un orden correcto las prioridades de tu vida?
Dios te bendiga
Hna. Hilda Pasos



Salmos 23

 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días..









Descansando en El

Descanso de la carga de un dios inferior. ¿Por qué? Porque yo he encontrado al Señor.
Descanso de hacer las cosas a mi manera. ¿Por qué? Porque Él es mi pastor.
Descanso de los deseos interminables. ¿Por qué? Porque nada me faltará.
Descanso de la fatiga. ¿Por qué? Porque Él me hace descansar.
Descanso de la preocupación. ¿Por qué? Porque Él me guía.
Descanso de la desesperanza. ¿Por qué? Porque Él confortará mi alma.
Descanso de la culpa. ¿Por qué? Porque Él me guía por sendas de justicia.
Descanso de la arrogancia. ¿Por qué? Por amor de su nombre.
Descanso del temor a la muerte. ¿Por qué? Porque Él estará conmigo
Descanso de la sombra de la aflicción. ¿Por qué? Porque Él me guía.
Descanso del temor. ¿Por qué? Porque su presencia me conforta.
Descanso de la soledad. ¿Por qué? Porque Él está conmigo.
Descanso de la vergüenza ¿Por qué? Porque Él ha preparado mesa para mí en presencia de mis angustiadores.
Descanso de las desilusiones ¿Por qué? Porque Él me unge.
Descanso de la envidia. ¿Por qué? Porque mi copa rebosa.
Descanso de las dudas. ¿Por qué? Porque Él me sigue.
Descanso de la nostalgia ¿Por qué? Porque moraré en la casa del Señor por siempre.

Salmo 62:5
Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.

martes, 6 de julio de 2010

Ministerios Para Una Mujer de Dios









“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.” Lucas 1:38



Querida hermana, si a veces te preguntas ¿Cómo puedo servir al Señor? ¿En qué ministerios pudiera Dios usarme? Y no sabes cuál pudiera ser la respuesta. Aquí te dejo una lista de 50 tipos de ministerios en los que una mujer puede servir a su Señor. Recuerda que “Soy mujer y no puedo” no es una buena escusa para no querer servir a Dios. Mejor digamos como María “He aquí la sierva del Señor”.



Siempre recordando que cualquier ministerio debe estar bajo la autorización y permiso del Pastor, como nuestro líder espiritual. Y lleno de mucha oración y compromiso ya que servir a Dios no es un juego.



1. Enseñando niños en la Escuela Dominical

2. Enseñando niños en Clubs Bíblicos, en tu casa es una buena opción.

3. Enseñando niños en la Escuela Bíblica de Verano

4. Enseñando clases de Escuela Dominical a Señoritas.

5. Enseñando a las damas en la Femenil.

6. Saliendo a visitar y ganar almas en : Hospitales, a los nuevos convertidos, casa por casa, en el autobús, en donde se presente la oportunidad.

7. Haciendo llamadas especiales de ánimo o para comunicar peticiones de oración urgentes por personas enfermas o en situaciones delicadas.

8. Ministrando a los ancianos en casas de retiro, compartiéndoles la Palabra de Dios.

9. Mecanografiando los mensajes del Pastor.

10. Interpretando para el ministerio de Sordo-mudos.

11. Involucrándote en el programa de música de la Iglesia- cantando en el coro, cantos especiales, tocando el piano o algún otro instrumento (nunca es tarde para aprender).

12. Trabajando en las actividades especiales con los niños.

13. Trabajando como secretaria en la iglesia.

14. Escribiendo para una revista, programas especiales para la Iglesia, boletines informativos, dramas para ocasiones especiales.

15. Atendiendo a los misioneros.

16. Enseñando música, costura, cocina, primeros auxilios, corte de pelo, en lo que el Señor le haya capacitado, a otros en la Iglesia.

17. Enseñando clases de buenos modales y cómo relacionarse con los varones, a las señoritas de la Iglesia.

18. Hablando a madres e hijas, en seminarios para mujeres.

19. Planeando y organizando las comidas para diversas actividades en la Iglesia: Comidas para después de la visitación, desayunos dominicales para los niños de la Iglesia, campamentos, retiros, etc.

20. Planeando o escribiendo dramas para diferentes eventos en el año (conferencias, navidad, día de la madre etc.) Ayudando con la elaboración de vestuario, o con la decoración del escenario.

21. Viendo por la viudas, enfermos, huérfanos y necesitados. Organizando despensas o comidas para ellos.

22. Participando en los especiales de tu iglesia con cantos o poesía cristiana.

23. Ayudando a visualizar coros, cantos, versículos y clases para niños.

24. Diseñando y elaborando títeres.

25. Ayudando a formar un plan de trabajo para la Iglesia infantil.

26. Trabajando en la guardería de la iglesia.

27. Visitando a los nuevos convertidos.

28. Llamar por teléfono a los nuevos convertidos, a aquellos que no vinieron el domingo a la Iglesia, a los enfermos o a los que están pasando por necesidades.

29. Organizando la biblioteca de la Iglesia o la sección de grabación de predicaciones.

30. Hacer un álbum de fotos de todos los eventos de la Iglesia para tener un bonito recuerdo.

31. Tomado fotografías de los eventos especiales o actividades de la Iglesia.

32. Escribir coros o arreglos de música especiales para la Iglesia.

33. Coordinando coros de niños, jóvenes, mujeres, y ensambles de música u orquesta en la Iglesia. (Si el Señor te ha dado talento para la música, no lo guardes úsalo)

34. Siendo consejera en los campamentos de niños y jóvenes.

35. Sirviendo como chaperona (acompañante) en las actividades de los jóvenes.

36. Ayudando a decorar la Iglesia, los banquetes o actividades especiales.

37. Ayudando a elaborar o diseñar los arreglos florares para el frente de la Iglesia.

38. Ayudando a hacer las batas para los bautizos.

39. Ayudando a hacer las cortinas, sabanitas, colchitas y todo lo necesario para la cuna.

40. Ser la encargada de mantener limpio y ordenado un salón de clases o de la cuna.

41. Plantando flores o plantas en las jardineras de la iglesia.

42. Cuidando de las flores y plantas que ya están plantadas.

43. Ayudando a mecanografiar el boletín semanal de la Iglesia.

44. Lavando los manteles después de un evento, las toallas del baño, las cortinas y las sabanas de la cuna.

45. Ayudando a pulir el piano, el púlpito, las bancas con aceite especial. O ayudando en la limpieza de la Iglesia.

46. Reparando himnarios.

47. Ayudando a dirigir un grupo de oración en la femenil o bien orando en privado por el Pastor, los líderes, la Iglesia en general. Ser una mujer de oración.

48. Ofreciéndote a ayudar a la esposa de Pastor cuando hay actividades especiales y ves que está muy ocupada. O bien ofrécete para cuidar a sus niños para que pueda tener un tiempo especial con su esposo.

49. Ayudando en la Escuela Cristiana.

50. Ayudando a preparar alimentos o bazares para la recaudación de fondos de algo especial para la Iglesia.



Después de considerar esta lista, pregúntate lo siguiente:



1. ¿ Creo que esta actividad es la voluntad de Dios para mi o solamente estoy accediendo a la presión de una persona?

2. Si estás casada. ¿Esta de acuerdo mi esposo en que me involucre en este ministerio?

3. ¿Creo que esta actividad me ayudará a crecer espiritualmente, como persona y podré poner en práctica mis dones, talentos y habilidades que Dios me ha dado?

4. ¿Esta actividad perjudicará o interferirá con mi papel de madre y esposa?

5. ¿Tengo la salud y la energía necesaria como para desempeñar este ministerio sin tener que dejarlo a la semana de haber empezado?



Y siempre recuerda mi querida hermana que: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.” Colosenses 3:23



Dios te bendiga mucho,



Hna. Hilda Pasos

Esposa de Pastor.

lunes, 5 de julio de 2010

“Guiando a Nuestros Hijos a Ser Responsables”
Rosie Ramírez
Esposa de Pastor
Cuernavaca, México



El papel de una madre no es el tan sólo limpiar, lavar, o preparar comidas. El papel de una madre es servir con su vida a quienes Dios nos dio para entrenar, nutrir, amar, y enseñar a esos hijos, regalos de Dios, para que algún día lleguen a ser personas confiables, responsables, éticos y temerosos de Dios.

Para eso necesitamos ser madres con carácter que vivamos lo que la Biblia nos dice y lo enseñemos a nuestros hijos que es lo más valioso que tenemos.
¿Por qué tenemos niños indisciplinados, flojos, ignorantes, con falta de iniciativa? Porque no hay una madre que los supervise, los guie, los corrija, los enseñe, los alabe cuando hacen las cosas bien, les de el tiempo que se necesita para enseñarlos a trabajar.

Por eso es tan importante el estar presente en el hogar, desde que las mujeres salieron de sus hogares para trabajar, los hijos han ido declinando en carácter, respeto, iniciativa; no es malo trabajar, pero si lo hacemos que no sea a costa del cuidado de los hijos, no sacrifiquemos a nuestros hijos por tener más cosas materiales, no sacrifiquemos a nuestros hijos por cosas temporales.

Con esto en mente quiero darles una guía que me ha servido mucho a mí, para ayudarme a cómo enseñar a nuestros hijos a ser responsable, a trabajar, a tener disciplina etc. Nuestro trabajo como madres es enseñarles carácter para que sean usados por Dios. Sé que no soy una madre perfecta; tengo 5 preciosos hijos de los cuales tres son adolescentes y en mi mejor capacidad he tratado de llevar a cabo los consejos y enseñanzas que he recibido de personas con buenas familias y con hijos de buen testimonio. Así mismo yo quiero que ustedes se beneficien de esos consejos y los pongamos en práctica una y otra vez y con la ayuda de Dios veremos hijos reverentes temerosos de Dios.

Antes que nada es importante enseñar a nuestros hijos lo siguiente:        

1. A levantarse temprano todos los días. (Proverbios 6:9-11)
a) Ellos no harán más de lo que nos ven hacer a nosotros, ellos no se levantaran temprano si no les ponemos el ejemplo. Cuando suene la alarma es tiempo de levantarse.
b) Establece una regla de que el niño se tiene que levantar y establece también un castigo si no lo hace. No dejes de enfatizar la regla y de cumplir con el castigo, no importa que tan ocupada, cansada o preocupada estés.
c) Alaba al niño cuando se levanta a tiempo. Díselos a tus vecinos, a sus abuelos y deja que te escuche decirlo, el halago siempre nos hace repetir lo que hicimos bien.

Recuerda que cualquier cosa que el niño haga y que sea recompensado, él lo va a repetir. Es más importante que un padre alabe al hijo por levantarse a tiempo que por cualquier logro académico, atlético o musical. Si tu llamas a tu hijo a que se levante y después lo dejas que continúe en la cama, el aprenderá a ser flojo.

 d) Habla con calma y carga una vara contigo. Las reglas y el castigodeben
 ser establecidos por la autoridad.

Sé CONSISTENTE en llevar a cabo esas reglas. Nunca levantes tu voz o uses amenazas, no uses críticas o comentarios como: “Tú nunca lograrás nada”, “Eres un flojo bueno para nada”; Esos comentarios solo complican el problema. Recuerda Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor.”
e) Crea una relación cercana con tu hijo para que la peor cosa de cada castigo sea el rompimiento de esa relación.
El pasar tiempo con el niño es más que sólo palabras, es escucharlo cuando habla, enseñarlo a trabajar, y divertirse juntos. Un niño que sabe levantarse a tiempo en la mañana aprenderá carácter y lo ayudará a ser exitoso en la vida.
2. Enseñarles a trabajar. ( II Tess. 3:10 “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”

Desde el momento en que los niños pueden caminar, se les puede asignar pequeños trabajos. Como por ejemplo:
a) El recoger sus juguetes.
• Ayudarles a tener un lugar donde guardar sus juguetes que sea fácil para ellos de alcanzar.
• No recojas los juguetes por ellos.
• Hazlo de manera de juego, con canciones.
• Los niños pueden responder de varias maneras cuando se les pide hacerlo:
 Si el niño responde “NO” eso es rebelión, entonces se lleva al niño a un lugar privado donde su voluntad va a ser quebrantada por la vara de corrección.
Proverbios 22:15 enseña, “La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él.”
 Si el niño ignora a la autoridad; esta reacción también es rebelión. Corrige al niño inmediatamente, si el niño se va y tú lo ignoras le estás enseñando a ser desobediente.
 Si el niño pone excusas o se pone a repelar usa el paso anterior, porque eso es rebelión.
 Si el niño ve a la autoridad como inconsistente eso ayuda a que el niño se rebele. Algunas veces el padre lo obliga a obedecer y algunas otras veces no lo hace. Inconsistencia de parte de la autoridad anima al niño a tener rebeldía.

a) A hacer su cama. (Col. 3:23, “ Y todo lo que hagáis hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.”
Al principio pareciera más fácil el nosotros hacer las cosas por ellos, sin embargo es mejor para ti y para el niño dejar que ellos lo hagan. Aún que el niño no haga muy bien su trabajo, halágalo y corrígelo en la siguiente lección. No corrijas su error porque entonces eliminas el incentivo.
Pueden comenzar desde los 2 o 3 añitos a tender su cama, a los niños les encanta trabajar. Mientras van creciendo a veces lo empiezan hacer más desorganizadamente, entonces puedes organizar un concurso a ver quien la hace mejor y recompensar a quien gane.
Aprender a aceptar la responsabilidad de hacer su cama correctamente en la mejor habilidad del niño, puede parecer como una cosa sin importancia. Sin embargo un niño que se niega a hacer su cama y se sale con la suya con esta actitud, entonces se convertirá en un adolescente que solo hace lo que él quiera. Esta actitud egoísta trae fracaso, y no éxito en la vida.

b) A limpiar sus cuartos (I Cor. 14:40) “Pero hágase todo decentemente y en orden.”
Ayuda a que el niño tenga un lugar para cada cosa al nivel que el niño pueda alcanzarlo. Por ejemplo los botes que ya no utilizas como los del helado pueden ser usados para organizar algunos juguetes, bloques, carritos, pelotas, etc.

Enseña al niño a jugar con un solo juguete a la vez; carros, rompecabezas, etc. Y ten un tiempo determinado donde el cuarto debe estar limpio y recogido. Puede ser en diferentes horas al día.

Espera que el niño haga su mejor esfuerzo al limpiar su cuarto. Hay ocasiones en que los hijos mayores pueden enseñar a los menores a limpiar y esto ayuda a que el mayor aprenda a ser amable con los más chicos y a que el menor aprenda a seguir instrucciones.
Si comienzan a pelear, decirse nombres o enojarse uno con otro, hazlos que digan o escriban, Efesios 4:31, 32; después deben pedirse perdón uno al otro y ponerles otro trabajo juntos hasta que te convenzas que pueden trabajar juntos y llevarla bien.
Construye un closet de manera que el palo para colgar la ropa esté a su nivel de esa manera ellos mismos puede colgar su propia ropa y no tirarla en el piso. Si dos niños comparten el cuarto divide el cuarto y que se dividan la responsabilidad.
Dios nos ha dado a nosotros los padres la responsabilidad de enseñar a los niños a trabajar para que ellos desarrollen carácter para hacer el trabajo que Dios les ha encomendado hacer en Su plan divino.
Satanás ha sido muy exitoso en muchas familias de hoy en mantener a los padres tan ocupados que no tienen tiempo de enseñar a los hijos a trabajar. Sé que cuando están pequeños es más fácil para uno el hacer las cosas por ellos, toma mucha paciencia enseñarlos y mucho tiempo el estar repitiendo lo mismo hasta que lo aprenden, además de la consistencia que debemos tener para revisar y asegurarte que el trabajo se hizo y que se hizo bien.

Sin embargo, si al niño se le permite ser flojo, entonces lo estás entrenando a que tú harás el trabajo por él. Es importante para un varón aprender a trabajar y aceptar responsabilidad desde una edad temprana, de lo contrario, él no aprenderá a trabajar desde niño y como adolescente será flojo y después un hombre que no podrá proveer por su familia.

Igual puede pasar con las niñas, porque no habrá un hombre que quiera tener una esposa que no se levanta, que no hace desayuno, y que tiene una casa sucia y desordenada donde los hijos son malcriados, y flojos.
Propongamos en nuestro corazón el tomar nuestra responsabilidad en serio, porque estamos hablando de personitas que llegarán a ser de provecho para la honra y gloria de Dios si nosotros no desmayamos.
Recordemos Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

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